Retorno a Hansala

Chus Gutierrez, Alma Gitana, Insomnio, Sexo oral, Poniente o Sublet, aborda en el film el complicado genero del melodrama social y los valores humanos que lo intentan solventar. Como siempre lo consigue. Transmite con sencillez como el dueño de una funeraria de Algeciras, José Luis Perez, viaja con una chica marroquí, Farah Hamed, que vive y trabaja en la ciudad, hasta una localidad, Hansala, perdida en su país. La road movie en furgoneta, contiene el cadáver de su hermano fallecido en su intento de llegar a la costa en patera. Viaje pues físico e interior, con toques de western como la noche de reposos bajo las estrellas, donde los protagonistas, se observan, conocen, reconocen y finalmente se respetan, especialmente cuando su actividad laboral es la misma. Enlatar cadáveres, uno, humanos y la otra pescados.
El film pasa de lo obvio a la ensoñación, como la superflua representacion de los sueños del protagonista, pero se lo perdonas con las emotivas escenas finales, el naturismo que impregna la historia y la convicción con que Chus ha convertido sus imagenes en un pedazo de denuncia, tan verdad como que estáis leyendo esto. Están ahí para ayudar Antonio de la Torre y Adam Bounouacha.
Voz personal de nuestro cine, mejor oído para atender la demanda social del mismo, compruebese la diferencia entre El calentito y las Mentiras Gordas y que para nada delatan su pasado musical punk femenino.