viernes, 20 de marzo de 2009

Los abrazos rotos

No es fácil volver a criticar a uno de los grandes Pedro Almodovar, en especial sin el deseo de molestar al a veces susceptible Deseo, y sabiendo que ni los grandes maestros se superan así mismos año tras año, obra tras obra, pues todosen la industria han tenido y tendran sus altibajos. Con todo esto a sus espaldas, La ley del deseo , Matador, Atame, Carne trémula , Entre tinieblas, Hable con ella, La flor de mi , La mala educacion, Laberinto de pasiones, Mujeres al borde de un ataque de nervios , Que he hecho yo para merecer esto? , Tacones lejanos , Todo sobre mi madre y Volver, se produce ahora el abrazo del oso que esta mas cerca de la mala educacion que de volver.
Uno: Ninguna química entre Luis Homar, reciente rey del 23 F y la imparable Pe, luciendo un brillante y seguramente merecido Oscar, por lo que se lleva los abrazos mas sentidos del espectador Blanca Portilllo.
Dos; Un guión de cine dentro del cine con una excelente idea emocional de guionista ciego que fue director de cine liándose en una historia de amor como no hizo Woody Allen en su tema parecido y que parece solamente puede resolverse en clave de comedia. Y en el único momento Almodovar puro, sin tics, resurgen del film cenizo Carmen Machi y Lola Dueñas .
Tres: Película deudora de todos los géneros por orden de caída en el guión, construida como un castillo de naipes, donde lo que mas parece importar a Pedro es que no se caiga en vez de tocar la fibra al espectador con la compleja estructura que esta levantando.
Cuatro: Por el roto, Almodovar ya no es el joven provocador, es un autor en busca de su madurez, y denota una formacion importante cinematográfica. Pero sin la inventiva, la originalidad, el humor, aun se encuentra faltar mas la chispa del ataque de nervios o la intensidad económica de Pepi y Lucy Boom. Es el funambulismo del autor que antepone sin darse cuenta sus afectaciones personales a su sabiduría natural para contar historias de los demás y para los demás.
Mambo!:Pedro ya no debe ir buscando historias y creándolas sino recreando las que encuentre lejos de los flashes y las moquetas. No tiene que volver a ninguna parte, porque el abrazo del incondicional lo tiene y no esta roto.

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