A ciegas

Fernando Meirelles sorprendió al mundo con Ciudad de Dios y El Jardinero fiel. Ahora actúa sobre la obra de Saramago, Ensayo sobre la ceguera y obviare una vez mas por inútil, la satisfacción o no que un autor a dado al otro en la fidelidad, comprension, profundidad, trascendencia, transparencia o pensamiento, sinónimos o colores del texto original. Una voz en off de Danny Glover intenta guiar al espectador entre la espiritualidad de la ceguera y su pesada nitidez como expresión de una forma de vida.
Todo ello venga significar la larga pesadez de un cuerpo central del film que se desenvuelve en una especie de cárcel o campo, donde los prisioneros ciegos curiosamente se mueven a su antojo, de lo que hay que sacar la metáfora de la lucha de una sociedad ahogada por sus miserias y lacras, prostitución, guerra, poder, corrupción política, y que nos remite a muchos films conceptuales, con iguales o menos pretensiones. En esta abstracta parte, intentamos vislumbrar a través del rostro de la excelente Julianne Moore un mensaje penetrante y sin enfermedad. La acompañan en este ensayo, Mark Buffalo y Alice Braga.
Ella es la única que no padece la ceguera que afecta a toda una población y no quiere dormirse para no despertar ella también ciega. Un dudoso camino hacia la ciencia ficción mas clásica, impregnada de filosofía zombie con las apocalípticas y tópicas escenas urbanas de ruinas, saqueos, infecciones y falta de comida, quizá presagio del futuro de esta crisis, pero que a quien ha impactado de lleno, cegando momentaneamente su creíamos que magnifico cine, es al bueno de Mereilles.