Como en sus otros productos, Mimi Leder es una directora condenada de vídeo y television como lo fue con Deep Impact, El pacificador o Testigo inocente. Antonio Banderas, como Penelope, cubren en el cine de Hollywood la cuota hispana y llenan como pueden la escenas sin alma de Leder. Diréis, es que esta Morgan Freeman. Pues como en sus diez ultima apariciones desde su separación. Hierático, sin registro, no interpreta sino que se perpetua a si mismo, papel incluido con el piloto de interpretar puesto.
Un atraco de clase B, que no llega a interesar ni ha despertar el mas mínimo interés, por manido y por mediocre. Un thriller tópico, con claros homenajes al cine clásico francés y sorprendase, con un buen arranque sin continuidad pasados quince minutos, Ni la aparición tardía de Radha Mitchell, cumpliendo la cuota de exotismo de la producción, ni el esfumado Robert Foster, elevan el robo, la peli lo es, al entretenimiento del espectador.
lunes, 9 de marzo de 2009
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