Arrancame la vida

Roberto Sneider, que nos había obsequiado en los 90 con Dos crímenes, se apunta a los excesos sentimentales de los culebrones mexicanos con tal escepticismo que se ve incapaz de remontar la obra dramaticamente, bebiendo tequila en todos los topicazos mas sobados y de folleton televisivo.
El relato no funciona ni en su vertiente histórica. Principalmente porque su suntuosa fastuosidad, sobre todo visual no revela con exactitud el periodo político que quiere cubrir y mucho menos aproximarlo al tono épico que de alguna manera recordamos. Por eso, el film mas caro producido nunca en México y casi también el mas largo se dedica solamente a intentar glosar un retrato de ambición y de deseo erótico, en un fresco feminista de la época de las décadas posteriores a la Revolución, que como todas, fue traicionada por los políticos corruptos.
Ana Claudia Talacon es la protagonista adaptada de la novela de Angeles Mastretta, en una jovencita en los años 30 que durante 3 lustros permanece casada con un asqueroso militar machista, hasta que cautivadora, aprende a desenvolverse con determinación y autoridad en los influyentes círculos sociales y políticos de poder que frecuenta. En ellos cohabita con Daniel Gimenez Cacho, Mariana Peñalva y Jose Maria de Tavira.