Eliseo Subiela navega siempre entre el lado oscuro del corazón 1 y Despabilate amor, o El lado oscuro del corazon 2 y El hombre mirando al Sudeste. Ahora nos describe con fruición unas relaciones sexuales tártricas con injertos de filosofía budista y poesía del cantar de las mañanitas del rey David en lo que no acertamos a dilucidar si es un spot de las nuevas pastillas contra la eyaculacion precoz.
La literatura mas edulcorado se articula para contar la experiencia amorosa de un joven que acaba de perder a su padre, aunque lo "visita" cada día, y una chica vitalista que sobrevuela por la vida como un pájaro libre, etérea, luciendo los mas bellos plumajes. Tanto surrealismo sexual solamente puede conducir a una admiracion excesiva por el sexo inusual, por que se orgasma a traves de las terminaciones nerviosas, el que reprime por placer los efluvios naturales y del que emanan lógicamente sensaciones mas cercanas al éxtasis que a la carne propiamente dicha. Todo ello por tanto comporta la histeria del macho Leandro Stivelman que no comprende casi para nada a la poco bioquímica Antonella Costa. La presencia cinéfila de Subiela esta a punto de ser engullida por sus depredadoras camas de su lado oscuro, que lo tiene.
martes, 21 de julio de 2009
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