Ana Diez, la de Alguna chicas doblan las piernas cuando hablan y Todo esta oscuro, sigue sin construir narraciones solidas. Intenta conseguir las emociones a base de nostalgia y de grandes significados que solamente comportan petulancia y juegos de artificio. Metáforas obvias, teatro como el que representa la pareja, una semidesnuda casi siempre como si nos mostrara el alma, y el, futbolista, sin termino medio, en un campo u otro.
Un proceso de reconstrucción sentimental paralelo al histórico, que sobrellevan dos amantes de ideologías distintas, sin juzgar nada y con delatable falta de pasión. Falta intensidad dramática a la historia romántica y falta emoción a la vertiente política.
En Montevideo, poco antes del golpe militar del 73, unos niños comparten amistad y el primer beso. En la Pamplona actual los dos ya mayores, comparten vivencias y recuerdos de un enfrentamiento en el que sus padres fueron obligados a ser protagonistas. Paisito, nombre popular de Uruguay, explica , no la posición de los torturados y torturadores, sino de los que no toman partido. Intenta demostrar que los extremismos causan heridas en los inocentes que no cicatrizan nunca.
Goya a la mejor dirección por Ander y Yul, hace 20 años, Ana Diez, nos sitúa la historia en dos tiempos y en ambos lados del océano. Para ello ha contado con Pablo Arnoletti, Maria Botto, Emilio Gutierrez Caba y Mauricio Dayub.
jueves, 30 de julio de 2009
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