Thomas McCarthy, con su The station agent, no había descubierto todavía al inmenso Richard Jenkins, que nominado al Oscar. se carga el film a la espalda en el huraño personaje que descubrirá otras realidades como la de inmigración, la música y los renuncios al amor. Una convencional historia de buenos sentimientos deviene gracias al actor en una pequeña joya. McCarthy, actor también secundario premiado en Sundance y San Sebastian por Vidas cruzadas hace 6 años, sigue con su vigoroso cine independiente, sin soberbia y fuera del cine previsible y adolescente del actual Hollywood.
Su film es un alegato al paso por la vida, especialmente en tiempos de crisis y para la que se necesita una gran fortaleza. Esta es la que adopta un sexagenario profesor de literatura y viudo en Connecticut, obsesionado en tocar el piano. Con un trabajo copiado que debe desembocar en un libro, es enviado a NY para participar en un congreso y hablar de su proyecto. Con este motivo, visita su apartamento cerrado en Manhattan, descubriendo para su sorpresa y del espectador que el piso esta ocupado por unos intrusos, entre ellos Haaz Steiman, Danai Jekesai y Hiam Abbas.
martes, 17 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
m'ha agradat molt The visitor. Agraeixo el teu comentari, vist després. Records. Esther.
Publicar un comentario