Rodada sin excesivo ritmo por Benjamin Avila (Nietos, identidad y memoria),salva la función su habilidad para mantener el tono dramático, compaginando ternura y tensión, con humor y asfixia insoportable. Todo contenido en la mirada de un niño que mira a los que quieren que sea soldado. sin llegar a juzgar nunca el terrorismo ni sus consecuencias sino solo mostrándolas. Solo hay un problema que los terroristas también sienten el amor y quieren ser besados. Historia de amor adolescente con su conciencia política adquirida y su despertar a la sexualidad. Que la revolución armada tenga que impedir la felicidad es lo que no comprende una abuela protectora de su descendencia. Avila es hijo de unos montoneros que volvieron a Argentina para luchar contra la dictadura en los 70 e imponer el peronismo. Su mirada de niño ve desaparecer a la madre, perder a un hermano entre la intransigente muerte y el compromiso de la lucha armada. Administran esa memoria difusa, esa huida hacia la libertad a punta de pistola y sin casi identidad de unas vidas rotas por casi nada, Ernesto Alterio,Cesar Troncoso, Cristina Benegas, Natalia Oreiro y el impresionante niño de 12 años, Teo Gimenez Romero.
martes, 25 de diciembre de 2012
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