Otra ves el titulo hace la critica o comentario del film. No es la obra de un ciego!” como diria el durisimo Allen pero puede parecerlo. La ópera prima de Nely Reguera, puede tomarse como un muestrario de dónde no debe colocarse jamás la cámara, entre otras cosas.
Apoyada en un libreto escrito nada menos que por cuatro guionistas, Reguera nos habla de un personaje llamado María, al que da vida Bárbara Lennie, sencillamente la mejor actriz de la generacion madrileña pone toda la carne en el asador, alzándose sin esfuerzo alguno como lo mejor de una película que no funciona a ningún nivel. Tanto que a ratos parece una clase de interpretación con Lennie luciéndose en cada plano.
El primer plano del film es el personaje central oculto tras una rama de un árbol. Está fumando. Poco a poco, iremos descubriendo qué hay en su interior, cómo es. Pero no lo sabremos gracias al guion, que nunca termina de definirse, tampoco en la puesta en escena, que adolece de un montaje caótico, falta de continuidad y travellings absurdos. Lo sabemos gracias a que Lennie ha entendido el personaje —evidentemente el mejor dibujado— y exterioriza de forma muy natural sus pensamientos.
Así, secuencias tan arriesgadas como aquellas en las que María fantasea con cómo podría ser recibido su libro, son salvadas por el trabajo de la actriz, capaz de hacer creíble cualquier estado de ánimo y viraje emocional. Lennie controla con envidiable precisión cada cambio de humor de su personaje, cada mirada, cada gesto. El espectador, sobre todo el de cierta edad, sabe perfectamente qué está pensando María. La empatía depende de la experiencia de cada uno.
El personaje de Egido esta poco desarrollado y definido, como todos los demás —como trata la camara a una actriz como María Vázquez es imperdonable—, que se mueven aleatoriamente frente a una cámara perdida, con la que además no existe punto de ubicación, ni siquiera en interiores. Por otro lado, que los exteriores hayan sido realizados en A Coruña da exactamente igual. No se aprovecha la climatología gallega.
Una pena desaprovechar también la antiheroína que puede resultar el personaje central con un film tan endeble. Lo de Nely Reguera no es más que un intento en el que la sencillez y la sutileza son confundidas con simpleza, por lo que María (Lennie) se perderá en el olvido
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