Nunca tantos soldados alemanes habían muerto en el hueco de una escalera. Allí es donde Sean Ellis se asemeja un Tarantino, al narrarnos este caso verídico de la Segunda Guerra Mundial, en la que 7 paracaidistas, descubiertos en su misión especial defendieron su supervivencia en una iglesia checoslovaca. Escenas bélicas, no ya de ferocidad, sino de la angustia que debe producir saber de antemano que no hay salida. lo que hace realmente inútil la esperanzadora defensa. En resumen el morir matando que nunca ha solucionado nada. Su misión es asesinar al carnicero de Praga, podría haber sido de Europa, el general SS, Reinhard Heindrich a un precio muy alto, orquestado por el gobierno checo en el exilio londinense. En plena II Guerra Mundial, Checoslovaquia se encuentra bajo el dominio alemán que ejerce el líder nazi Reinhard Heydrich,. El gobierno legítimo, representa te de la resistencia checa, se encuentra en Londres, desde donde planea una operación militar para desestabilizar al Tercer Reich. Josef Gabcik y Jan Kubis serán entrenados y enviados a Praga para cumplir esta misión, que no es otra que matar a Heydrich. La acción sucede ee tres tiempos, preparación, atentado y resolcuion, desesperada y final. Corría 1942 y podríamos decir que es un remake de Los verdugos también mueren de Lang. Ellis da el protagonismo de la cinta a Cillian Murphy (En el corazón del mar) y Jamie Dornan (Cincuenta sombras de Grey), que se convierten en los dos hombres encargados de perpetrar el atentado contra el jefe de las SS. Completan el reparto de este film de marcado clasicismo, que además ha sido rodada en los mismos lugares en los que sucedieron los hechos, Charlotte Le Bon (El desafío (The Walk) y Toby Jones (Morgan).
jueves, 22 de diciembre de 2016
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