Chicos normales

La película, dirigida por Daniel Hernández, se estrenará el viernes día 20 de febrero. El largometraje es una producción de ALEA docs&Films y refleja la realidad de la vida de tres jóvenes que tienen que tomar decisiones para salir adelante. El-Khader es un idealista que sueña con llegar a ser actor. Rabia ha estudiado derecho, pero se gana la vida cosiendo. Youssef esta enfermo y su familia no puede permitirse pagar el tratamiento medico que necesita. Situada en el barrio en donde nacieron y vivieron cinco de los terroristas responsables de los atentados del 11 M. el film es el primer largometraje de ficción del director y productor Daniel Hernández, que ha llevado una experimentada carrera en el mundo del documental dirigiendo y produciendo mas de una treintena. El film ha sido seleccionado recientemente en el prestigioso Festival Film Society and the Museum of modern Art.(MOMA) New York, y ha participado en los siguientes Festivales: Festival de Cine de San Sebastián 2008 - Zabaltegi competición, 52º BFI London Film Festival - Cine Europeo, 49 Internacional Thessaloniki Internacional Film Festival - Seleccion Oficial, El Cairo International Film Festival International Selection, Cape Winelands Film Festival (Sudáfrica) - International Selection, 24 Festival Internacional de Cine en Guadalajara (México) - Europa Tendencias, 33rd Cleveland International Film Festival. USA. - International Selection.
Es ficción pero se palpa el documental. El primer largometraje de Daniel Hernández, se mueve por la vida cotidiana de un barrio marginal de Tetuán, la misma que llevaron allí antes de suicidarse cinco de los terroristas que participaron en la masacre del 11-M en Madrid.
Hernández, que compitió dentro de la sección Zabaltegi del Festival de Cine de San Sebastián por el premio Nuevos Directores, rodó su ópera prima en Jamaa Mezwak, donde las pateras o la droga planean casi como únicas opciones para un futuro mejor sobre los jóvenes protagonistas del filme.
Los vecinos hablan del atentado en sus conversaciones, de los suicidas que en Tetuán llevaron una existencia similar al resto y a los que "lavaron el cerebro los fundamentalistas", pero también de los que emigran a España, donde unos ven la gran esperanza y que otros intuyen como un destino complicado.
Hernández, que ha dirigido y producido más de 30 documentales, ha explicado que consideraba que esta historia debía contarse mejor desde la ficción "para llegar con más facilidad a la gente", convencido además de que este tipo de cine "se tiene que seguir haciendo, porque no todo es entretenimiento". El guión lo construyó a partir de las experiencias de los jóvenes del barrio, buscando perfiles que se parecieran a los de los suicidas de Leganés, que en su vida en Marruecos eran "chicos normales".
El protagonismo se lo cedió a las personas que pueblan Jamma Mezwak, como el hombre que tiene un puesto de pescado en la calle, el joven que se busca la vida delinquiendo o el más intelectual, en paro, pero que deposita sus ilusiones en el teatro.
La película, fue rodada con interrupciones a lo largo de año y medio y se ha proyectado en tres sesiones en Tetuán, donde tras el recelo inicial por temor a que fuera "ofensiva" ha tenido muy buena acogida, ha señalado Hernández.
En San Sebastián le acompañaron dos de los protagonistas del filme, Mohammed Saadoun y El-Khadir Aoulasse, pero no Rabia, la otra "chica normal" de la película, cuyo personaje es el de una joven con estudios de Derecho que trabaja como costurera y cuya presencia en el Festival sus padres no la consideraban adecuada.
Saadoun considera "un milagro" que se haya hecho este filme, que la cámara haya entrado en las casas y las vidas de su barrio, donde "la gente es normal" y está en contra de las acciones terroristas como las del 11-M. "La mayoría de los jóvenes vienen a España a trabajar, pero se tienen que erradicar las mafias y las autoridades deben intervenir en ello", ha destacado el actor.
Aoulasse ha asegurado que los chicos en su barrio son conscientes ya de que sobrevivir en la emigración es duro y hay quienes se quedan y buscan otras salidas, como él con su grupo de teatro.
"Pero cuando hay pobreza es muy sencillo pensar en Europa y caer en las redes de las mafias, aun siendo una decisión muy difícil de tomar", ha añadido.