No se porque me cuesta bloggear esta película. Sera porque David Fincher, (The game y Panic room) no me inspira. No me importa que la idea de Mark Twain, reinterpretada por Scott Fitzgerald en 1922, de vivir la vida al revés, sea interesante. También Pedrolo en el 75 nos contaba este fenómeno regresivo en un abuelo que utilizaba el bastón para disimular que rejuvenecía ientras la policia le buscaba.
Ninguno de los debates abiertos estos días han aportado nada filosófico al asunto. En las encuestas, la gente prefiere morir cuando toque y sin saberlo para no agobiarse . Esplendido el proverbio chino que dice que eres demasiado joven para morir dentro de un año y demasiado viejo para morir mañana. No vemos en el film, con esplendidas interpretaciones de Brad Pitt, Cate Blanchett y Taraji P Henson, ninguna ventaja a morir instalado en la cuna, después de haber nacido con cuerpo decrépito y senilidad, evolucionando hacia el conocimiento. Su adopción por una empleada negra del asilo, acerca la subersion del film a la de Obama. La historia parte de una libreta que una anciana moribunda libra a su hija. Esta mujer es el gran amor de nuestro héroe, con quien coincide en el punto medio de sus vidas, una hacia las arrugas y el otro hacia el acné.
Ancianidad inquietante, divertida, analítica, moviendose en un contexto histórico curioso que puede llevar a estos controladores de vida inversa, al oscar.
Otra cosa es la fabula mas que improbable y que lejos de sugerir el abandono del espectador, aquel, anda ya!!!, lo atrapa y llega a disfrutar mas con los personajes que acompañan el rejuvenecimiento que la propia deriva del protagonista. Nacer con 80 años en el Nueva Orleans de la primera postguerra mundial no debía ser fácil. Pero si lo es si se trata y contempla como cine fantástico.
Un exceso de maquillaje, solo comparable con Forasters, rellena el film de Fincher de 159 min., de quien preferimos que se dedique a eso que a ddesgraciados y malditos Sevens y Zodiacs.
miércoles, 11 de febrero de 2009
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