S-21, la maquina de matar Khmere rojo

Pinturas y dibujos de los pocos supervivientes, y sus testimonios entrecruzados, son la linea narrativa del infierno que presentó el 2003 con su documental, Rithy Panh (Phnom Penh 1964). Tanto victimas como verdugos se preguntan 30 años mas tarde como pudieron caer en aquella espiral de exterminio, de odio, con una ideología de cartón piedra. Sin falsas moralidades, el documental narra incluso como los que iban a ser asesinados con un certero golpe de azada, debían escribir su biografía en presencia de los celadores. Nadie, ni protagonistas, ni espectadores, podrá entender nunca la magnitud de aquel horror para el que es imposible hallar razón ni justificacion alguna.
S-21 era un instituto convertido en salas de tortura y campo de exterminio. ¿Les suena de otros países sudamericanos con edificios de marina, garages destinados a los mismos fines?. De eso sabe el camarada Duch, uno de los máximos responsables del genocidio y masacres que acabaron según últimos estudios, en cuatro años con la cuarta parte de la población camboyana entre 1975 y 1979. Duch es el sobrenombre de Kang Ken Ieu, el asesino que esta siendo juzgado estos días por un tribunal internacional y hace todavía mas oportuna el estreno de este documental francés.
Un imperio de terror ejercido por los jemeres rojos, añadir aquí la gran y espeluznante película que es Los gritos del silencio, de Joffe en el 84, y que situaba a los asesinos en la extrema izquierda del maoismo mas retrogrado y decadente.