Last chance Harvey/ Nunca es tarde para enamorarse

Dos personajes maduros tienen la oportunidad de reconstruir afectivamente su existencia. Esto lo cuenta el film con tranquilidad, con muchas postales de Londres y algún que otro gag llevadero y distendido, como el de la obsesiva madre y sus sospechas sobre el nuevo vecino al que ve como un asesino en serie. Ambos en el film, Emma Thompson y Dustin Hoffman, así como Kathy Baker, cumplen con profesionalidad y delicadeza, menos histrionicos que en otras ocasiones.
Aunque el protagonista absoluto es Hoffman,el espectador no olvida que el panorama humano que presenta al historia afecta dos personas, como aquel Enamorarse de De Niro y La Streep.
El, compositor de música publicitaria en franca decadencia y fracaso profesional y personal, y ella soltera con porte de haber asumido su derrota emocional, al menos frente a sus amistades, las cuales le organizan todo tipo de cita a ciegas para ver si encuentra a alguien con quien funcionar en la vida. El norteamericano a punto de besar el paro debe asistir a la boda de su hija en Londres, lo que le obliga al encuentro con su ex que siempre le ha considerado un mediocre. Además el nuevo marido le ha robado totalmente el rol de padre. Emma realiza encuestas en el aeropuerto para la oficina nacional de estadísticas viendo pasar el mundo por sus dedos con sufrida y consentida melancolía y monotonía. La ultima oportunidad, que tampoco nunca lo es, esta servida Dustin.