jueves, 28 de mayo de 2009

Vacaciones de ferragosto

Hoy es un día especial. De escribir llorando. El FC Barcelona, alias Barça, ha conseguido la Champions y con ella el triplete. Veo la alegría de un hijo mayor en Alaska, utilizando todas las tecnologías imaginables para seguir el evento, veo al mediano en Roma. viajando con tiempos records para disfrutar con los amigos y contarlo a sus nietos, pienso en el sueño de mi abuelo Paco, caminando hacia las Corts a ver a Kubala con sus puros y amigos, mas amigos que puros, y hasta mi chico pequeño, distante del fútbol, se ha interesado por este juego de tiralíneas. Como le explico yo a Wells, mi beagle, que me mira de aquella manera que ladean la cabeza, que escribo llorando.
A tanta felicidad, no se si sumar el buen rato del film de Gianni Di Gregorio, ayudante de dirección y guionista en Gomorra, que aprovechado la sensibilidad a flor de piel feliz de estas semanas, hace que nos encariñemos con unos personajes, no todos ellos perfectos, que con sencillez, sin sobresaltos, nos devuelven a la placidez. El propio Di Gregorio, Valeria de Franciscis o Maria Cali interpretan escenas como la de la compra al humilde pescador siempre rodeado de vino o la comida final que se convierten en situaciones muy proximas a nosotros.
Nadie piense en una comedia geriatrica, de humor negro y ácido. El film posiblemente autobiográfico por su tufillo entrañable se nos dirige como un film tierno, amable y de gran equilibrio entre lo sentimental y azucarado y el costumbrismo.
Su inicio, con la compra en un colmado, tomando vino blanco junto a un tonel en compañía de un amigo, nos ofrece en un plano general toda la manifestación de intenciones del autor. Charla de la llegada del verano en Roma, Roma otra vez, con su vaciado turístico de romanos oriundos y se delata su situación personal, porque el protagonista no puede abandonar la ciudad santa o sagrada o cule, como quieran, por que vive con su madre anciana que necesita sus cuidados.
El hombre del vino blanco es un ser sin oficio, moroso en el alquiler y los recibos de servicios, pero que se bebe la vida tan despacio como el vino blanco.
Un golpe de fortuna le hace acoger en su casa a dos ancianas mas familiares de su administrador, a cambio de sus deudas, así como la madre de su medico. Se forma en el guión y el film, un sexteto increíble, con gente mayor, que no hubiera estado ajena a tocar el cielo con el club azulgrana y que defienden con uñas y dientes, pero sobre todo con la razón de que existen unos seres, sobretodo en verano, que no son un estorbo.

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