A través de personajes secundarios, malo es que destaquemos ya el tartaja fotografo John Leguizamo, Simon Brand aporta unas gotas de sadomosoquismo y otros elementos de distensión en este filme crudo y en crudo. Chirriando sobre el eje de la irremediable realidad, la estructura del filme es irregular, avanzando y retrasándose en el tiempo, de forma que enseguida conocemos el final, básicamente porque no es importante sino que lo que pretende el director es que conozcamos lo que aprende uno de sus protagonistas a lo largo de su recorrido.
El tema es la inmigración ilegal de una pareja de colombianos en Nueva York, compuesto con los elementos habituales: dureza del viaje, humillaciones y vejaciones durante el recorrido, peligros de todo tipo y de diferente graduación. Aldemar Correa, Angelica Blandon y Ana de la Reguera hacen pedazos su sueño dorado en su viaje desde Medellin hasta el supuesto paraíso neoyorquino.
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