Hnery Selick ilustra un universo de felicidad con una categoría de producción deslumbrante y una imaginacion que complacera a grandes y chicos. Cada fotograma de animación es un regalo para nuestra percepción con una creatividad solo comparable a los mas grandes. El cuello del padre, los ojos como botones de los progenitores, todo esta estudiado para cambiarnos por unos instantes nuestra percepción del mundo cotidiano. Escenas prodigio como el de los ratones en el circo o la actuación de los trapecistas son un prodigio del diseño de animación que merecen por si solas la visión en 3D. Pero Selick, no solamente nos maravilla con su obra, sino que no hace reflexionar severamente sobre el abandono afectivo de nuestros infantes en estos días.
Coraline no otra cosa que una nueva versión de Alicia en el país de las maravillas, una vez que, codirector con Burton de Pesadilla antes de Navidad o James y el melocotón gigante, sus importantes carreras han tomado caminos divergentes. Coraline parte de la novela del autor de comics, Neil Gaiman, que se ha inspirado claramente en el mito de Alicia. Coraline es una niña que vivirá una vida fantástica en su mundo paralelo. Huye de su vivienda, un castillo gótico con unos padres buenos, pero entregados con frenesí a sus carreras profesionales, olvidandose de ella constantemente. Cuando cruza la puerta mágica sus padres la divierten, cocinan mejor e inunda el hogar un halo imparable de felicidad. Solo algún detalle inquietante, siembre la duda de que el precioso sueño sea realidad. La película si que es un sueño hecho realidad.
domingo, 7 de junio de 2009
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