Un dramón. En la linea de este director turco de festival de Cannes, con alguna diferencia, añade de nuevo la magnifica ffotografíay el plano a contra belleza a su Lejano del 2003 y Clima del 2006. La fealdad de sus ppelículasse componen de acumulacion de horrores y la posterior digitilizacion. Los monos son, como los de la tradición china, de no ver, oir y callar. Un padre que miente para conservar el empleo, una madre seducida, ciega a las demandas de su hijo y un hijo lleno de ingratitudes, dudas y prejuicios Sus diálogos son pocos y banales. Pero sus miradas, captadas por Nuri Bilge Ceylan, van dirigidas al fondo de la conciencia, donde conviven las pasiones mas bajas a las que estan encadenados y los rencores mas odiosos. Film mas sugerente que narrativo, como un Cezanne sofisticado donde el color es sustituido por el analisis emocional. Y en el marco del cuadro podriamos encontrar algo de poesia.
Dramon de largas tomas, que luce su palma de oro del 2008, con encuadres de genio y un tempo en el silencio francamente oriental. Unos actores-monos que no son sabios, Hatice Haslan, Yavuz Bingol y Gurkan Aydin y que no controlan en absoluto su futuro, viven el presente en silencio, casi nunca se ven y encima no les oimos. A ver si los monos vamos a ser nosotros.
jueves, 25 de junio de 2009
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