Los fangos de Kim-Ji Woon, Dos hermanas, del 2003, han traído estos lodos de los hermanos Charles y Thomas Guard, en la que la ambiguedad sobre el relato de dos niñas, el fantasma descompuesto de su madres y una madastra (Elizabeth Banks esplendida) cruel, se racionaliza. Con la aportación de Canadá, país al que considerabamos con un cine mas personal que no adaptador de engendros coreanos, el relato de los acontecimientos sobrenaturales del film va totalmente en contra e cualquier filosofía de cine asiático,
Reducida la complejidad moral del original, que permitia distintas interpretaciones, se reduce el remake al hollywood convencional.
Para reconvertir el horrible filón de cintas japonesas de terror y sobrenaturales en revisiones convencionales, vale mas hacer como Woody Allen con su "Que pasa, lirio atigrado?". Se compra la película y se dobla según los cánones morales y cachondos que la administración americana permita. Pero entonces nos perdemos las fotocopias de Emily Brownling, Arielle Kebbel y David Strathaim. Tampoco pasa nada.
miércoles, 3 de junio de 2009
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