El director Jonas Elmer nos quiere contar a través de una Renne Zellweger, -el film parece un plebiscito sobre esta simpática actriz,-que es lo realmente importante en la vida. Lo realiza mediante un montaje musical en el que va recordando los momentos alegres y los instantes mágicos compartidos por la protagonista con un grupo de campesinos de entre los cuales el guión hace resurgir a su improbable media naranja Harry Connick jr. El film contiene un mensaje relajante sobre como sobrellevar la mas terrible crisis económica. Cualquier catástrofe de este tipo se resuelve con unas gotas de solidaridad y unas cuantas recetas caseras de economia domestica adaptadas al medio o la región. No se si las soluciones son exportables ni si darán ideas a los espectadores que puedan permitirse mas allá de los dos euros de la oferta de los cines este largo fin de semana. Por cierto una idea magnifica, Nunca he entendido que hacían 200 butacas vacías a 8 euros en una proyección, cuando podrían estar llenas a 2 o 3 euros. China soluciono así la asistencia a las salas frente a la presión del dvd alquilado por un grupo de espectadores. Sin agravios comparativos de la inversión en la producción del film, que independientemente de ello, luego resultan comerciales o de culto, o no.
Pero volvamos a nuestra ejecutiva campestre Zellweger que nos interpreta un estereotipo social que nace con la historia del cine y su propaganda. Urbanita ambiciosa y sin escrúpulos, perdida en el campo donde no hay puertas. En el deberá enfrentarse a otro tipo de valores mas ancestrales, con un clima duro y con costumbres de gente sencilla de pueblo a las que ira comprendiendo paulatinamente, quedando brillantemente vencedores frente al equipo de la ciudad.
Comedia romántica populista que recupera los cuentos frankcaprianos sobre la gran depresión, a la que se acerca, para los espectadores que la conozcan, con una diríamos falta de respeto por lo que represento y con un demasiado simple sentido del humor. Nuestra querida Renne, junto con Siobhan Fallon y J.K. Simmons se traga todo el marrón, jugandose la carrera con gags como el de la cremallera obturada o el disparo fortuito. Sobrevivira, ella y ustedes.
sábado, 20 de junio de 2009
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