Mucho menos pesa el filme de Patxi Amezcua, esforzado guionista además. Con corte de raíz clásico, fotografía moderna y esforzadas interpretaciones de Francesc Garrido, con gran dificultad para aguantar a la familia, Aida Folch y Manuel Moron, el film es ligeramente desestructurado. Rodada en Barcelona, sede de grandes thrillers antaño, pasean cansinamente por sus calles todos los tópicos del cine negro.
Un perista con morosidad, muchachas de mala reputación, matones a sueldo, policías con mala leche, traficantes de joyas y de todo, mafiosos, sicarios multietnicos como turcos, mejicanos, e incluso kosovares, pesan lo suyo en un mundo absolutamente prostituido en todos los sentidos.
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