Para hacernos conocer a Bill y a ellos mismos, Bernie Goldman y Melissa Wallack proponen una ácida comedia en fotogramas bastante inútiles como para que nos comuniquen sus angustias domesticas. Con gran surtido de personajes, con menos calidad que las galletas de un hiper mercado, con agujeros negros superiores a los del espacio sideral y un simbolismo de sal gorda, el film se arruina por si solo sin gracia ni contenido.
Un tipo de película que quería hablarnos de la condición humana pero que no consigue hablarnos con meridiana claridad. Si el referente es American Beauty y su submundo, el mundo del cine necesita urgentemente un psicólogo. Como Aaron Eckhart, Jessica Alba, Elizabeth Banks y Logan Lerman en el film.
miércoles, 22 de abril de 2009
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