Carlos Cuaron no es Alfonso como comprendereis enseguida. Resuelve el climax de la película advirtiendo que el juego de la vida es superior al hermoso juego-deporte del fútbol. Y hasta ahí llega la grandeza y hermosura de una parábola muy previsible, que ofrece una visión sesgada de la sociedad mejicana, hoy golpeada de nuevo por una epidemia griposa, en la que quedan retratados como una pobre gente nada favorecida por la fortuna e incapaz de dirigir sus vidas. Sátira forzada sobre el mundo del fútbol que desquicia también a sus aficionados.
Debut descontento detrás de la cámara de este que fue guionista de Y tu mama también, que intenta aprovechar el rebufo del 2001 con actores fetiches suyos como Gael Garcia Bernal, Diego Luna, Guillermo Francella o Jessica Mas. Lo dicho, rudo y cursi.
miércoles, 29 de abril de 2009
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