Ya que no tenemos la versión original, originalemos los títulos. Es una forma de empezar por no saber que decir del film de Alex Proyas. Cuenta el hombre con alienigenas disfrazados, tecnoartistas, teutones y epifanías, reencarnaciones aparte. Copia de todos los filmes de ciencia ficción habidos, copia mal sus atmósferas, sus coreografías y su espectáculo. Ningún equilibrio entre las acciones de acción, -por cierto que la industria hollywoodiense ha prohibido reventar coches a cientos en las persecuciones-, y batiburrillo de melodrama familiar con compota de ideas filosóficas y espíritus libres.
Todo para preguntarse si la existencia del hombre es un azar o tiene la rigidez de un destino. Hay que esclarecer que los humanos son Nicolas Cage, Rose Byrne, Chandler Canterbury y Lara Robinson. Estimulante pregunta que puede resolverse con cualquiera de los horóscopos al uso incluido el chino o el tarot, siempre sin duda y es broma, mas trascendentales. Mezcla la numerologia con el calentamiento de la cabeza, conduciendo todo ello a un peligroso replanteamiento religioso que puede responder a tanto a un numero determinado de puertas por abrir, como a un código da vinci por ejemplo. Señales de buen cine, lo que se dice señales, ninguna a la vista.
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